Descubrí un nuevo mundo entre sus brazos. Un mundo de pequeños imposibles que sonríen a la luz de la esperanza. Un mundo de ensueño dibujado con realidades color libertad.
Desnudé la omnipresencia de las palabras que abrazan el alma a pesar de la distancia y que inundan de frescura el desierto de una media cama vacía.
Aprendí a adormecer la noche con suspiros recitados desde las caricias de un buen libro, y a gritar los infinitos que aguardan entre las llemas de mis dedos.
Me adentré en las llanuras de las sonrisas que calman tormentas y de la gravedad que invita a levitar con ávidos suspiros inundados de paz con un beso que apaga el ruido del mundo.
Alcé mi bandera en la desconocida tierra de la felicidad y construí mi hogar ahí. Entre sus brazos.
Siempre entre sus brazos, en la fantasía mágica de la imaginación—
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El horizonte entero de un universo puede ser delimitado por unos brazos.
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… Y expandido por esos mismos brazos cuando se abren para recibirnos.
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Me gusta mucho y hace bibrar el alma cuando se relee
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Por la yema de tus dedos fluye la poesía y el sentir se expande con perfume de lo eterno.
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