Contigo; sin mí.

Y me empecino mirando la pantalla del móvil que me grita burlona que tus mensajes no llegan y no llegarán más. Se ríe de mí mientras yo sigo reproduciendo tus notitas de voz que me alegraban los días y me acompasaban las horas al ritmo de tu risa.

Y es aquí, sin ti, donde yo sólo puedo escribir canciones tristes y reír sonrisas rotas; porque me faltas y yo soy la que desaparece, porque te ausentas y yo soy la que se asfixia.

He acribillado al reloj con miradas unas trescientas millones de veces mientras espero que el tiempo se escurra y se asome tu sonrisa.
Pero no llegas y yo comienzo a desvanecerme.
No estás y la ausente soy yo. Me faltas y me sobro. Te has ido y yo me he convertido en distancia.

Vuelve, cariño, porque arden mis besos consumidos por la falta de tu boca; se me hacen cenizas las manos sin tu piel; se me vuelve un mar inquieto el pecho; se me convierte en jaula vacía el corazón.

Te necesito, y eso es todo lo que ahora queda de mí.


23 respuestas a “Contigo; sin mí.

  1. Llevaba días, quizá semanas, sin visitar ningún blog. Tu escrito ha sido mi primera lectura blogsística desde entonces, y
    has llenado un vaso que estaba casi vacío,
    has detenido el tiempo,
    has penetrado por los poros de mi alma
    y me has invadido de tu ser.
    Tienes un nuevo admirador.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario