Desde que tú llegaste

Descubrí que pensarte es entrar a un universo nuevo donde las posibilidades son infinitas, y yo siempre termino ganando porque en todas estás tú conmigo.

Entendí que conocerte abrió una grieta en el espacio tiempo, una pequeña luz que se extendió donde solo había oscuridad destinada para mí, y desde entonces, yo floto en tu deriva.

Comprendí que hay misterios escondidos en tus ojos que me describen a mí, pequeños restos de guerras de vidas pasadas en las que tus manos fueron las que ganaron mis batallas y por eso ahora tú, me llamas valiente.

Aprendí que el infinito se hace pequeño si es de tu lado y aferrada a tu mano que lo recorremos; y que desde aquella tarde en que te vi por primera vez, el tiempo ha caminado más lento para mirarnos andar.

Encontré nuevas galaxias reunidas en tus besos y nuevas formas de expandir el universo con caricias, de achicar las distancias con abrazos y de aniquilar los miedos con sonrisas.

¿Lo ves, mi pequeño soñador? Desde que tú llegaste es que yo conocí
de significados sin metáforas
de distancias sin dolor,
de nubes sin tormentas,
de cicatrices con flores,
de amor sin miedos,
de vuelos sin caídas,
de perdón sin reproches,
de fe sin dudas,
de eternidad sin tiempo,
de felicidad sin reservas,
de oscuridad con besos,
de mí contigo,
de mí feliz.